Policía y forenses investigan un repunte de muertes de jóvenes asociadas al consumo de drogas en Málaga
Hoy queremos compartir un artículo publicado en el Diario Sur de Málaga por Juan Cano en referencia a los fallecimientos provocados por consumos esporádicos de sustancias psicoactivas, donde el punto de mira se establece en el procedimiento e ingredientes con los que se adulteran dichas sustancias.
Según dicho artículo, más de 25 casos han sido registrados en Málaga en escasamente 2 meses destacándose la media de edad principalmente afectada (entre los 20 y 31 años):
«Un chico de 19 años que sale de marcha con un amigo. Un joven de 20 que cruza desnudo la AP-7. Un militar de 24 que se tira a la piscina tras pasar la noche de juerga. Una chica también de 20 que consume con su novio. Una mujer en la treintena y con hijos que sale de fiesta con amigas. Un inglés de 31 que salta desde un balcón a una piscina, aunque por la distancia es imposible que llegue al agua. Todos estos casos, publicados por SUR en los últimos meses, corresponden a perfiles y situaciones muy dispares, pero con un denominador común: las analíticas realizadas a los fallecidos dieron positivo a una o a varias sustancias estupefacientes. Tanto la Policía Nacional como el Instituto de Medicina Legal (IML) han abierto sendas investigaciones tras detectar un claro repunte en las muertes asociadas al consumo de drogas en la provincia de Málaga».
«La casuística aún está en fase de estudio, ya que se está intentando depurar al máximo para incluir sólo los fallecidos que reúnan unas determinadas características: jóvenes o de mediana edad, pero sin patologías previas terminales, que hayan consumido drogas más o menos ocasionalmente y, por lo general, en ambientes de ocio nocturno. Dicho de otro modo, muertes a las que cuesta trabajo encontrar una explicación, salvo por una reacción adversa a los psicotrópicos, descartando los casos de toxicomanía agudos y enfermedades asociadas a ésta. Por el contrario, en el estudio se han incluido fallecidos por otras causas, como atropellos, ahogamientos o caídas, donde se ha comprobado que las víctimas habían consumido drogas y sus muertes fueron producto de reacciones «inusuales», como desnudarse y cruzar la autovía en medio de la noche».
Dos meses
«El periodo en que se ha observado dicho repunte abarca un par de meses, concretamente desde mediados de agosto a mediados de octubre. En ese tiempo, se han contabilizado más de 25 muertes en la provincia de Málaga vinculadas a la ingesta de sustancias estupefacientes, aunque algunas de ellas pueden ser descartadas finalmente en el estudio si, tras investigarlas, se observaran otros factores causantes del óbito. Curiosamente, entre las víctimas sólo hay dos mujeres. Para entender las dimensiones de este pico de fallecimientos por drogas, este periódico ha consultado con distintas fuentes policiales, forenses y judiciales para comprobar cuál suele ser la media mensual en una provincia como Málaga. «Es raro que haya más de cuatro en un mes», apuntó una de las fuentes entrevistadas. En el periodo analizado, la media aritmética se sitúa por encima de 12, es decir, el triple de lo habitual».
«Los distintos especialistas consultados indicaron, no obstante, que puede haber muchos factores detrás de este pico en las muertes. Uno de ellos, por simple que parezca, es la pandemia y la relajación de las restricciones por la vacunación masiva de la población, «lo que ha podido producir una mayor desinhibición en muchas personas que llevaban tiempo sin salir», comenta una fuente judicial consultada. Otro de los factores a tener en cuenta es la propia época estival, más tendente al ocio nocturno, por lo que una de las variables del estudio es compararlo con el mismo periodo de años anteriores, aunque obviamente 2020 no sirva como referencia. En 2019 hubo otro pico «no tan pronunciado como éste» y, curiosamente, no tuvo lugar en verano, sino en la primavera».
Adulterada
«El tercero de los factores tiene más que ver con la composición de las sustancias que con la sociología. Y es, realmente, el que más preocupa a las autoridades. La sombra que planea sobre cada uno de estos repuntes es la posibilidad de que se haya producido una adulteración de las drogas, para lo que es clave determinar qué psicotrópicos consumieron los fallecidos. La droga que está presente en la mayoría de los fallecimientos es la cocaína, aunque se han detectado varios casos de consumo de éxtasis, como el de José Carlos, un joven de 19 años que vivía en Holanda y que vino a Málaga de vacaciones a ver a su madre y a su hermano. Falleció el 16 de agosto tras ingerir varias pastillas cuando estaba de fiesta con un amigo. La policía detuvo a tres personas por estos hechos. Una de las posibilidades es que la cocaína haya sido cortada con alguna sustancia en una proporción letal, como parece que sucedió en Cáceres, donde murieron dos personas y otras 15 resultaron intoxicadas al detectarse una cantidad excesiva de atropina (una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central; primero lo estimula y luego lo deprime) en el polvo blanco».
Mayor pureza
«Otra de las opciones que se plantean los especialistas es que ni siquiera haya sido adulterada, sino que, simplemente, hayan esnifado una cocaína con mayor pureza. «Puede que algunos de los fallecidos -muchos de ellos extranjeros- estén acostumbradas a consumirla en sus países con una pureza inferior. Si llegan aquí de vacaciones y esnifan más cantidad de lo habitual y encima con mayor porcentaje de cocaína, eso puede explicar una reacción adversa», apunta otra de las fuentes. Los médicos que han intervenido en todos estos casos realizaron analíticas a las víctimas, que en la mayoría de los casos pasaron primero por un hospital, aunque estas pruebas no son determinantes porque también revelan consumos anteriores a las últimas 24 horas. Posteriormente, en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga se tomaron muestras de los cadáveres que se ha remitido a Toxicología para acreditar las sustancias presentes en sus organismos en el momento del óbito. No obstante, las fuentes consultadas se mostraron escépticas sobre el resultado de estas pruebas y la posibilidad de que aclare las incógnitas que pesan sobre este inusual repunte de las muertes en Málaga. «Hay que ir a la raíz», apunta uno de los especialistas. «Lo más importante aquí -continúa- es recorrer la cadena y encontrar el alijo del que proceden las drogas que consumieron para analizarlo y comprobar su composición. Sólo así se podrá saber con certeza si han sido adulteradas»».