Las apuestas en línea provocan adicciones al juego a una de cada diez personas de entre 18 y 25 años.🤳
La Federación de Jugadores de Azar Rehabilitados señala las recompensas y mejoras de los videojuegos, por las que se paga, como la puerta de entrada al problema en menores de 15 a 17 años.
La oferta de apuestas deportivas en línea es prácticamente infinita. Al abrir cualquier página se ofrecen miles de eventos para jugarse el dinero y tratar de obtener beneficios. Todos los días, a todas horas, en cualquier dispositivo. Estas facilidades de acceso abren las puertas al desarrollo de problemas con el juego que, en el caso de la franja de población entre 18 años y 25 años, afectan al 12% de los que apuestan, según el Estudio de prevalencia de juego 2022-2023, elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego y del que se han avanzado algunos datos este viernes, aunque el informe completo saldrá el lunes.
El perfil del jugador de apuestas que accede a centros de tratamiento ha cambiado en la última década, según el director técnico de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), Juan Lamas, que explica que “mayoritariamente son varones de 20 años” enganchados a las “apuestas deportivas en línea o a los rascas de la ONCE”. De hecho, según se desprende del avance del informe, un tercio de los menores de 25 años (36,5%) ha apostado en línea en el último año.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha mostrado su preocupación por la “especial vulnerabilidad” de esta franja de edad. “Hay grupos de gente joven que se juntan en salones de juego como si fuera una actividad recreativa sin riesgos, como una forma de socializar”, ha alertado Garzón.
Una de las alarmas que preocupan tanto al ministerio como a FEJAR es el acceso de menores de edad a las cajas botín de los videojuegos, en las que se ofrecen recompensas y mejoras para progresar en el juego a cambio de dinero. La práctica no es ilegal, ya que no se encaja dentro del juego de azar. Un 24% de los jóvenes de entre 15 y 17 años tienen acceso a ellas, un hecho que inquieta a Lamas por la “mentalidad de apostar y ganar” que les genera. “Algunos de los casos de adicción que acuden a FEJAR nos cuentan que empezaron a perder dinero con los videojuegos”, cuenta Lamas.
El estudio, en el que se analizan datos de unos 20.000 cuestionarios realizados entre octubre de 2022 y junio de 2023, refleja que el 49% de la población ha apostado en algún tipo de juego en el último año. Las máquinas tragaperras (52%) y la ruleta (32%) son las que mayores síntomas de problemas generan cuando se juegan en línea.
Legislación
Para combatir la ludopatía, el Consejo de Ministros aprobó en noviembre e 2020 un Real Decreto en el que se limitaba la publicidad del juego en línea a la madrugada y se prohibían los patrocinios deportivos, entre otros. Aunque no fue hasta septiembre de 2021 cuando se empezó a aplicar, ya que se dio tiempo para finalizar los contratos ya firmados.
Hasta ese momento, la publicidad de casas de apuestas impregnaba las retransmisiones deportivas y 19 de los 20 equipos de Primera División tenían acuerdos de patrocinio con empresas del sector. También era habitual ver rostros de famosos o de influencers en los anuncios de las casas de apuestas.
La normativa aprobada en 2020 concretaba los artículos 7 y 8 de la Ley de Regulación del Juego de 2011. La emisión de los anuncios quedaba reglada a horario de madrugada, entre la una y las cinco; los clubes deportivos tuvieron que eliminar el patrocinio de las camisetas y de los estadios, a pesar de las importantes cantidades de dinero que percibían; se prohibieron los mensajes agresivos y la publicidad de los bonos de captación (aunque siguen existiendo) y los famosos e influencers dejaron de aparecer en los anuncios. Las multas por infracciones comprenden una horquilla de entre 100.000 euros y un millón, e incluso se puede proceder al cierre del negocio durante seis meses.
Mientras que las competencias del juego en línea son de carácter estatal, las comunidades autónomas son las encargadas de regular las casas de apuesta físicas. Por ello, la aplicación de una mayor o menor regulación no depende de Consumo. En algunas, por ejemplo, se estableció que la distancia entre las casas de apuestas de nueva construcción y los colegios debía ser de, como mínimo, 500 metros.
EL PAIS