TESTIMONIO DE UNA PERSONA ALCOHÓLICA QUE HA RECAÍDO VARIAS VECES
Aunque lleva más de 20 años en abstinencia, José (prefiere no dar su nombre real), ha retornado al abismo de la bebida varias veces. Por eso sabe bien de qué se habla cuando le preguntamos por la recaída de un alcohólico. En estas décadas, se ha esforzado y ha trabajado en su recuperación. Pero tuvo quiebres, baches, traspiés que, sin embargo, no le llevaron a hundirse demasiado como para no volver a plantarle cara a su alcoholismo.
Porque José tiene muy claro que hay que trabajar cada día en comprender la enfermedad y sobrellevarla. Y que, en este sentido, una recaída debe interpretarse como una victoria parcial del alcoholismo, como un round en la lucha por mantenerlo a raya, y nunca como tu propio know out. Hay que volver a la arena, y para esto, la comprensión y el apoyo familiar resultan claves, así como ciertas medidas prácticas: alejarse de los entornos de consumo; evitar bebidas alcohólicas en casa; buscar ámbitos terapéuticos para mantenerte consciente de tu enfermedad.
Pero, sobre todo, José insiste en una cosa fundamental: para recuperarse debe ser la propia persona la que quiera salir. Si lo haces por otra persona o para controlar ciertas circunstancias que en un momento dado te convienen, entonces es muy probable que recaigas.
CUÁNTAS VECES RECAE UNA PERSONA ALCOHÓLICA
– ¿Cuántas veces has recaído en el alcohol en tu vida?
– Existen diferentes tipos de recaída. En principio, debemos diferencia dos. Primero tenemos que tener en cuenta que cuando una persona sabe que tiene problemas de alcohol, cada vez que bebe es una recaída, porque sabe que no debe y vuelve a recaer. Ese es un tipo de recaída que se arrastra durante mucho tiempo. Pero luego está el tipo de recaída que se da cuando una persona lleva más de un año sin beber y vuelve a hacerlo, recae. Entonces, considerando el primer tipo, he recaído cientos de veces porque sabía que no debía beber, y no quería en el fondo, pero lo hacía. Y en tres ocasiones he sufrido una recaída cuando había pasado más de un año.
– Cuéntanos algunas de estas experiencias, las que más te hayan marcado o más patente tengas
– Bueno, la primera recaída que tuve fue cuando llevaba un año y un mes. Fue a raíz de discutir con mi pareja. En ese momento la ira, la rabia, pues me llevaron a beber. Luego, con el tiempo, me di cuenta de que había dejado de beber por ella, por mi pareja. Porque muchas veces no se deja por el motivo correcto, y tampoco se hace un mantenimiento respecto a la enfermedad para prevenir recaídas. Una persona que tiene problemas de alcohol, en cualquier momento crítico: una pelea, un duelo fuerte, pues está en peligro y puede recaer.
– ¿Por qué crees que recaíste en estas oportunidades?
– Porque, cuando una persona no deja de beber por sí misma, sino que lo hace por las circunstancias, en este caso la pareja, cuando las circunstancias por lo que dejaste de beber fallan pues es muy fácil que la persona tienda a recurrir al alcohol. También influye no tener un mantenimiento psicológico, terapéutico diario, que te recuerde lo que es la enfermedad. Porque hay que mantenerse, hay que mantener esa comunicación con uno mismo para estar pendiente, alerta, cuidadoso.
FASES DE LA RECAÍDA DE UNA ALCOHÓLICO
– ¿Cómo te sentiste después de recaer?
– Después de cada recaída me he sentido vacío, me he sentido dolido. Y me he sentido, pues, fracasado. Esos son los sentimientos que más me han acompañado cuando he sufrido recaídas.
– ¿Cómo reaccionaron las personas que estaban en esos momentos en tu vida?
– Cuando no se es alcohólico, y ves que tu pareja “te falla”, siente impotencia. Porque, claro, es una enfermedad que solo la reconoce y la conoce aquellas personas que la sufren. Los demás, como no lo entienden, se tienden a sentir confusos, impotentes ante lo que está pasando. Y, dependiendo de las veces y de las etapas, las parejas con las que estaba en cada momento se han enfadado, me han querido dejar, me han amenazado, y en otras ocasiones me han apoyado, o simplemente se han puesto tristes. Dependía mucho de las recaídas, de las circunstancias. Pero el co-adicto experimenta mucha incertidumbre.
– ¿Qué hiciste tú después de recaer, cómo seguiste con tu vida?
– Después de una recaída, pues intenté reforzar todos los lazos que tenía, para volver a estar bien, para tratar de parar, tratar de parar… Lo primero que hay que hacer es parar. Y retomar o bien con terapias grupales o bien con ayuda y apoyo de otras personas. Pero lo más importante es salir del entorno, del consumo de alcohol. Quitarse el alcohol de casa, retirar todas las botellas, y tratar de estar en un ambiente protegido y alejado de cualquier estímulo.
– ¿Qué pasa después de una recaída?
– Las recaídas tienen varias fases, que dependen de cada persona, del grado de conciencia que tenga. En un principio, tras recaer, uno entra un poco en apatía hacia sí mismo para luego retomar con rabia. Es decir: primero viene la apatía, luego la rabia, luego la impotencia. Luego, tratas de coger fuerzas para retomar el camino de la abstinencia. Luego, si todo va bien, llegas a la aceptación y, si ya llevas tiempo y esfuerzo en recuperarte, la gratitud. Pero primero hay una fase de negación, para pasar rápidamente a una de resignación y otra de aceptación. Si has conseguido estar meses sin beber, pues puedes empezar a sentir un poco de gratitud.
RECAÍDA DE UN ALCOHÓLICO: ¿FALLO DEL TRATAMIENTO?
– ¿Crees que una recaída implica un fracaso del tratamiento?
– Más bien es un triunfo parcial de la enfermedad. De la misma manera que quien está constipado tiende a estornudar, el alcohólico, por sistema, su tendencia es a recaer en la bebida. Pero esto no quiere decir que tenga que hacerlo. Existen diferentes motivos y formas de recaída. Muchas veces, sin beber, el alcohólico puede tener recaídas emocionales. Y esas recaídas, pues tienen que ver mucho con salir de mi centro y tener episodios de ira, de no ver la luz por ningún lado, de rabia, de desesperación.
Sin embargo, no ha habido un consumo. Se trata de otro tipo de recaída de tipo emocional. Es lo que se reconoce como la recaída seca.
De la misma manera que quien está constipado tiende a estornudar, el alcohólico, por sistema, su tendencia es a recaer en la bebida.
Más que fracaso yo sentí desesperación, porque ninguna persona quiere pasar por esas fases. Quiero decir que yo firmaría ahora mismo para no tener esta enfermedad. Sin embargo, tengo que estar muy pendiente para que no me ataque. Una recaída puede implicar muchos sentimientos, como el fracaso, como baja autoestima, y, como consecuencia, sientes que debes empezar de cero.
Pero hay también que entender qué tipo de recaída se puede tener: una recaída de uno o dos días bebiendo o una recaída de no dejar de beber en dos años o tres. Ahí sí los principios se rompen más, cuando son recaídas largas y el deterioro y la progresión de la enfermedad van haciendo mella.
– ¿Qué haces tú para evitar las recaídas actualmente?
Para evitar las recaídas hoy intento estar muy consciente de mí mismo, observando mis sentimientos todo el tiempo. Trato de alejarme de los conflictos, esto, es muy importante: es muy importante evitar las situaciones que no puedes manejar. Obviamente no tengo alcohol en casa; no estoy constantemente con gente que está bebiendo y no frecuento lugares de consumo de alcohol. Ese es el tipo de cosas que hago a la hora de protegerme.
QUÉ HACER TRAS LA RECAÍDA DE UN ALCOHÓLICO
CÓMO AYUDAR A UN ADICTO AL ALCOHÓL DESPUÉS DE UNA RECAÍDA
– ¿Cómo crees que se debe ayudar a un alcohólico que sufre una recaída?
– Un alcohólico o una alcohólica, cuando sufre una recaída, lo que debe recibir es comprensión y cariño, al mismo tiempo que firmeza. Es una enfermedad, por tanto, no podemos reñirle. No vamos a maltratar o reñirle a una persona que tiene una recaída con el azúcar y es diabética, o una persona que tiene que problemas de artritis o sufre una lesión ósea crónica y vuelve a manifestarse esta lesión con el tiempo. Pues, de la misma manera, no le podemos recriminar ni reñir una persona alcohólica.
Debemos comprender que esto es una enfermedad, no un vicio, no una decisión voluntaria de la persona. Lo que debemos hacer es entender que esto forma parte de su enfermedad. Ayudarle sacándole del entorno de consumo. Tratar de no dejarle solo o sola. Meterlo en actividades para que evite sentirse aburrido, que le alimenten espiritualmente. El papel de la familia es fundamental en este sentido.